Documental Just eat it: ¿cómo es vivir del desperdicio de alimentos?
Posted on junio, 17 2020
Por Lissette GarcíaUnidad de Comunicaciones
WWF Chile
Dada la situación de emergencia sanitaria que vivimos, muchas ciudades del mundo y también de nuestro país han debido entrar en cuarentena. Esto ha provocado cambiar muchas de nuestras actividades cotidianas, en especial nuestras salidas ya sea para trabajar, pasear, hacer trámites, ir al médico y comprar. Hoy nos detenemos en esta última, ya que hemos cambiado algunos hábitos para abastecernos de productos básicos de limpieza y alimentos; haciendo listas de compras para optimizar nuestra ida al almacén o supermercado, y también planificando de mejor forma lo que usamos y comemos, ahora evaluamos la duración y cantidad de los alimentos que compramos, y lo más importante: pensamos en comida. Esa frase resume en parte, lo que trata el documental "Just Eat It" o Solo cómetelo en español, una historia del desperdicio de alimentos que hoy queremos contarte.
Este documental del año 2014 comienza siendo un experimento para descubrir el mundo del desperdicio de comida o foodwaste. La mecánica es simple, una pareja de Estados Unidos, Grant Baldwin y Jenny Rustemeyer (director y productora respectivamente) deciden hacer un desafío de no comprar comida en los próximos 6 meses, buscando entre los descartes de la industria alimentaria, alternativas para alimentarse.
Este desafío parte impulsado por una cifra aterradora que los realizadores conocían y que se mantiene hasta hoy: actualmente un 40% de toda la comida que se produce en el mundo se desecha. Esto ocurre en las distintas etapas de la comida desde que se produce en las granjas hasta que llega a nuestro refrigerador.
Para el desarrollo del experimento, la pareja protagonista visita tiendas de barrio y supermercados, descubriendo que el cambio de stock ocurría antes de la fecha de caducidad de los alimentos, revelando que grandes cantidades de alimentos envasados eran descartados por la puerta trasera de los establecimientos.
El documental logra derribar el mito que todos hemos escuchado alguna vez: las tiendas y supermercados no pueden donar los alimentos que no han vendido dentro de un tiempo. Esto ha sido sustentado por años, bajo el argumento de que deben protegerse de futuras demandas en caso de que alguien consuma un producto en mal estado proporcionado por ellos. Pero por sorpresa, esto no estaba en ningún reglamento ni en la Ley sanitaria de alimentos de Estados Unidos, de hecho, es completamente seguro y legal donar alimentos que han sido descartados por términos de promociones, campañas, o cercanías a la fecha de caducidad.
Sin ir más lejos, se estima que para el 2025, en Chile se desperdicie cerca de 2,25 toneladas de comida al año. En nuestro país se ha creído por años que existe una regulación acerca de la donación de comida, pero no es así. Recién en el año 2018 se ingresó un proyecto de ley al Congreso, que prohíbe la destrucción de comida que esté mal rotulada o próxima a su fecha de vencimiento, y en su lugar debe ser donada a instituciones de caridad o para ser usada como compostaje en funciones agrícolas.
Un punto sorprendente del documental, es cuando los protagonistas evalúan la cadena de distribución de alimentos, logrando llegar al principio, donde todo comienza, es así como visitan granjas y plantaciones, conociendo la opinión de productores agrícolas, quienes relatan con frustración, el rechazo de una considerable cantidad de frutas y verduras de sus cosechas, esto solo porque no cumplen los cánones de catálogo de los supermercados, dando a conocer lo que sucede con la estricta regulación de ingreso de alimentos para ser “vendibles” pero no necesariamente son los mismos criterios para que sea “comible”. Esto nos hace reflexionar ¿cómo tiene que ser una fruta o verdura para saber que es suficientemente buena?
Podemos recordar que antiguamente, las frutas que comprábamos no eran simétricas ni perfectas como las que vemos hoy en supermercados, incluso en cooperativas de alimentación orgánica podemos ver que los productos no se ven como en las fotografías y eso no las hace menos nutritivas.
Documentales como este nos invitan a reflexionar acerca de cómo comemos, y qué sistemas de alimentación estamos fomentando. Cuestionamientos como estos son clave para el impacto que ejercemos sobre el medio ambiente, sobre todo en la alimentación.
Según datos de la FAO, la comida que desperdiciamos produce una huella de carbono estimada en 3.300 millones de toneladas de CO2 y significan el 30% de tierra agrícola del planeta directo a la basura.
Te invitamos a ver el documental "Just Eat it" que aborda este tema de forma interesante y tiene un final inesperado tras dejarnos enganchados en si es posible cumplir el desafío de vivir solo del food waste.