Campeones del derroche: Chile es por sexta vez consecutiva el primer país de Latinoamérica en entrar en Sobregiro Ecológico

Posted on mayo, 17 2025

Este 17 de mayo nuestro país entra en Sobregiro Ecológico, según las mediciones de la Red Global de Huella Ecológica (GFN, por sus siglas en inglés), que cada año calcula la fecha estimada en que la demanda de la humanidad por recursos y servicios de la naturaleza (huella ecológica) sobrepasa lo que la Tierra puede regenerar en forma sostenible durante un año (biocapacidad), dando por resultado el Día del Sobregiro Ecológico. En este sentido y para ir al detalle, en el caso de los países, el sobregiro nacional se refiere al día en que ocurriría este sobregiro si toda la población del mundo tuviera un estilo de vida y consumo como el de los habitantes de determinado país.

Este día nos lleva a reflexionar sobre las decisiones que tomamos al adquirir nuevos productos, fomentar  prácticas poco sustentables y ser parte de una cultura que cada vez nos acerca más a lo desechable.

Desde hace algunos años se nos hace habitual asistir a eventos masivos que agotan sus entradas “en tiempo récord” y ser parte de filas virtuales interminables, lo que acompaña algún outfit adecuado para la ocasión encargado al sitio web que ofrece más cupones de descuentos y algún recuerdo al terminar la experiencia, los que en su mayoría vienen del otro lado del mundo y son realizados con materiales descartables y de baja factura.

Según cifras de la Cepal, en Chile, seis de cada diez prendas de ropa importadas terminan en vertederos y nos ubicamos como el cuarto país en el mundo que más importa ropa. Mientras que, a nivel mundial, para el 2019, la industria de la moda reflejaba en tres billones de dólares el valor del mercado global de las prendas de vestir, es decir, el equivalente al 2% del Producto Interno Bruto mundial. Además, las cifras a la misma fecha indican que al año se fabrican 150 mil millones de prendas de vestir, lo que equivale aproximadamente a 62 toneladas de ropa.

Por otra parte, encontramos esos antojitos que vienen el fin de semana o ese dulcecito después del almuerzo que algunas veces queda a medias olvidado en el refrigerador, lo que además de significar un despilfarro para el bolsillo, se traduce en una gran pérdida de biodiversidad para el planeta. Para el 2019, el Ministerio de Agricultura afirmaba que “los chilenos botan 3.700 millones de kilos de comida al año y desperdician $200 mil por persona”, mientras que a nivel global, se estima que la pérdida y el desperdicio de alimentos a nivel mundial varía entre 20% y 45%, dependiendo del tipo de producto que se trate, siendo las frutas y verduras lo que más se pierde, junto con las raíces y tubérculos (45%), seguidas por los cereales, pescados y productos marinos (30%), 20% de los productos avícolas, lácteos, carne de vacuno, legumbres y oleaginosas.

Si bien, todos esos eventos de disfrute nos acompañan a sobrellevar la vida diaria y pueden impactar positivamente en nuestra salud mental, tenemos que buscar alternativas para hacerlo de la forma más responsable posible y contemplando la capacidad de regeneración sostenible del planeta.

¿Y si buscamos más alternativas?

Un aumento en la cantidad de áreas verdes por persona tiene directa incidencia en ámbitos de bienestar social de la población que puede acceder a ellas. Sin ir más lejos, pueden lograr comunidades más sanas, con mayor calidad de vida y una mayor resiliencia al cambio climático.
 
Sin embargo, siguen siendo un gran desafío para el Chile actual. Según datos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), para el 2022 en Chile existían 20.004 plazas y 454 parques, lo que se traduce en que 7.6 millones de habitantes estarían muy lejos de cumplir el estándar recomendado de 10m2 de áreas verdes por habitante.

Según un informe de INJUV y la Universidad Católica del 2024, el 91% de las personas entrevistadas afirma que el cambio climático tendrá efectos muy negativos o negativos en la calidad de vida de las personas y que los sentimientos como preocupación (21%), tristeza (18%) y miedo (12%) son los más recurrentes a la hora de pensar en este tema. Sin embargo, el reporte también expresa que más del 70% de la población joven realizaría acciones o actividades de voluntariado en beneficio del medio ambiente, mientras que el 41% declara que busca activamente información sobre el tema.

Aún tenemos esperanza, podemos seguir disfrutando todavía. Si bien, estas cifras pueden alarmarnos y causarnos temor, podemos hacer que sean el motor para la búsqueda de oportunidades innovadoras de enfrentar la crisis climática, de contaminación y de pérdida de biodiversidad.
Sobregiro Ecológico de Chile
Sobregiro Ecológico de Chile
© Felipe Toledo / WWF Chile
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