WWF Chile: ¿Con qué flor nativa identificas a tu madre?

Posted on mayo, 10 2020

Por Daniel Carrillo
Unidad de Comunicaciones
WWF Chile


¿Quién no escribió alguna vez un poema comparando a su madre con una flor? Bueno, y en caso de no haberlo escrito, no se puede negar que para muchos su mamá es la flor del hogar.
 
Tomando las características de flores nativas de Chile y Sudamérica, en este Día de la Madre WWF Chile –además de compartir entretenidos origamis animales- profundizó en este vínculo entre las reinas de la flora y las reinas de la casa.
 
 
 
Copihue
 
El copihue (Lapageria rosea) es la flor nacional de Chile y está protegida por ley, por lo cual no puede cortarse. Esta popular enredadera  puede alcanzar una longitud de hasta 6 metros y sus flores un tamaño de 10 centímetros.
 
Su distribución contempla desde las regiones de Valparaíso a Los Lagos, sin embargo, es muy escasa en la V Región debido a la megasequía, el cambio climático y la presión inmobiliaria. 
 
Es en el sur de Chile donde las condiciones de humedad le ayudan a prosperar de mejor manera, logrando distinguirse por su llamativo e intenso color rojo entre las profundidades de los bosques nativos de roble y coigue.
 
El copihue florece entre los meses de marzo y mayo, o sea, en este momento se encuentra en plena floración. Produce un fruto comestible, una baya de color verde que adquiere una tonalidad amarilla al madurar y que contiene en su interior una pulpa banca de sabor dulce.
 
Una mamá copihue sería popular, distinguida, delicada y muy dulce, con preferencia por el clima lluvioso.
 
Amancay
 
Reconocida por su flores amarillas y anaranjadas, el amancay (Alstroemeria aurea) es una de las reinas del verano. Su planta es de tallos simples y erguidos, pueden llegar a medir hasta 90 centímetros de alto.
 
Es una flor luminosa y atractiva para las abejas y abejorros, quienes la polinizan con fascinación. Florece entre los meses de diciembre y marzo.
 
El amancay se adapta a diferentes climas, encontrándose en Chile desde el Maule a Aysén. Crece a la semisombra del bosque templado y también en lugares soleados, le gustan los suelos drenados y se da bien en zonas áridas.
 
Si esta flor te recuerda a tu mamá es por su elegancia, luminosidad, belleza y templanza.
 
Añañuca
 
Es una flor típica de nuestra zona norte y centro de Chile. La añañuca mide alrededor de 20 centímetros de alto, sus colores van de los rojos intensos y fucsias, a los amarillos y blancos.
 
Florece a pleno sol pero protegida por la niebla costera que le provee de humedad, y también es muy resistente al frío. 
 
Su nombre se debe a una hermosa y mágica leyenda nortina.
 
Si consideras que tu mamá es como una añañuca, seguro se debe a su belleza, resistencia y lo misteriosa que puede llegar a ser.
 
Flor del Chagual
 
El chagual (Puya chilensis) es una planta que puede llegar a medir más de 3 metros de altura.
 
Crece entre Coquimbo y Biobío, principalmente en lugares áridos, adornando las laderas del Valle Central y la Cordillera de la Costa cuando florece en primavera. Sus flores son de color turquesa y crecen como espigas. 
 
Sin duda, lo más llamativo del chagual es su corazón, ya que es la unión de todas sus hojas en el tallo, tomando un aspecto similar a una piña.
 
Si tu mamá se asemeja a la flor del chagual es porque le encanta tomar sol, tiene un gran corazón, es fuerte y resistente, además de fina y elegante.
 
Chilco 
 
Arbusto nativo de Chile y Argentina, el chilco (Fuchsia magellanica) tiene flores de color rojizo fucsia y un toque morado que cuelgan como campanitas de sus ramas, produciendo en otoño un fruto abultado y pequeño, de sabor dulce.
 
Habita entre Valparaíso y Magallanes, es muy resistente, de rápido crecimiento y desarrollo, lo que lo hace un gran colonizador debido a lo fructíferas que son sus semillas.
 
Le gusta estar cerca del agua, de hecho su nombre proviene de la palabra chil ko en mapudungun, que significa “el que nace cerca del agua”.
 
Si tu mamá es sabia, llamativa, alegre, dulce y fuerte, es como una flor de chilco.
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