UNOC3: Latinoamérica llama a la colaboración para proteger la migración de grandes cetáceos frente a riesgos de colisiones marítimas en la región

Posted on junio, 12 2025

La necesidad de colaboración entre países para proteger a las ballenas en sus rutas migratorias, considerando la amenaza de las colisiones con embarcaciones, es uno de los temas que preocupa a WWF en la región y que fue abordado en la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), que se celebra en Niza, Francia, hasta el 13 de junio.

Experiencias, casos de éxito y también herramientas y directrices para avanzar en este desafío fueron compartidos durante el side event “Hacia un Frente Regional para Reducir el Riesgo de Colisiones entre Buques Marítimos y Ballenas en el Pacífico Oriental”, desarrollado en UNOC3 con la participación de autoridades y expertos de Perú, Chile, Panamá, Costa Rica y México, y moderado por WWF Perú.
 
El eje vertebrador del evento fue el Corredor Azul del Pacífico Oriental, iniciativa de WWF para conservar un eje migratorio fundamental para especies emblemáticas como las grandes ballenas. Este tema fue presentado por Yacqueline Montecinos, coordinadora de Biodiversidad Marina y Políticas Oceánicas de WWF Chile y coordinadora del Corredor, quien explicó sus alcances y desafíos. Este conecta áreas de alimentación en el Océano Austral, como la Antártica y el sur de Chile, con zonas de reproducción en América Central, alcanzando incluso las costas de Panamá y las Islas Galápagos.
 
Estas rutas, que abarcan al menos 8.000 km en solo una ida para especies como la ballena jorobada, sostienen la biodiversidad marina, pero también son esenciales para la estabilidad climática y el equilibrio de los ecosistemas oceánicos, además de jugar un papel crucial en actividades humanas como la pesca, el transporte marítimo, el turismo y la investigación científica.
 
La experta de WWF destacó, asimismo, el papel esencial de la colaboración entre países y diversos actores clave para protegerlo. "Es crítico implementar medidas concretas para reducir los efectos negativos de las actividades humanas sobre los grandes cetáceos, como el tráfico marítimo y la pesca, y destacar el rol que juegan en los océanos y sus beneficios para las personas", señaló. Asimismo, subrayó la importancia de destinar recursos a la investigación y conservación para mitigar amenazas como el bycatch, las colisiones con embarcaciones y la contaminación plástica.
 
Tráfico marítimo
Según se destacó durante el side event, el Pacífico Oriental alberga al menos ocho especies de grandes ballenas que migran a través de las aguas de 11 países y en alta mar, enfrentando amenazas graves como colisiones con buques. Su protección requiere acciones regionales coordinadas, donde diversos países ya se encuentran realizando esfuerzos al respecto.
 
Tal es el caso de Perú, país que anunció en UNOC su compromiso de presentar ante la Organización Marítima Internacional (OMI) una propuesta para establecer Dispositivos de Separación de Tráfico Marítimo (TSS, por sus siglas en inglés) en la costa norte del país. Esta iniciativa busca reducir las colisiones entre buques y ballenas jorobadas, fortaleciendo la seguridad marítima y la conservación de esta especie. Esto, considerando que cada año miles de ballenas migran desde la Antártida hacia los mares del Pacífico Tropical, cruzando una de las rutas comerciales más transitadas en la costa peruana, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
 
Junto a este hito, también se compartieron experiencias de México, Panamá y Chile. En el caso de este último país, la Asociación Austral de Armadores Marítimos, Fluviales, Lacustres y Turísticos (ARMASUR) presentó un gran avance alcanzado en el marco de un trabajo conjunto con WWF Chile e INTESAL, que logró la incorporación oficial en los mapas de navegación del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA), de un área de reducción de velocidad para el tráfico marítimo en el sur del país, con el objetivo de proteger a los cetáceos que se desplazan por el área y reducir así el riesgo de colisiones y otros eventos nocivos.
 
Esto es el fruto de una labor colaborativa iniciada en 2021, que consideró la implementación de una plataforma que permitiera a las embarcaciones reportar avistamientos de cetáceos, reducir su velocidad y cambiar de rumbo en áreas de alta densidad de cetáceos en la Patagonia Norte. En su etapa piloto, logró más de 180 reportes, estableciendo datos clave para la protección de estos mamíferos. “La incorporación de estas medidas en las cartas náuticas oficiales del SHOA refuerza la navegación responsable, al tiempo que reconoce el valor ecológico y económico de los cetáceos en la región, consolidando a Chile como un referente en la conservación marina”, explica Yacqueline Montecinos.
 
Según un reciente estudio, Chile presenta la mayor tasa de mortalidad de ballenas por colisiones con embarcaciones a nivel global desde 2013 y el sector considerado en esta medida voluntaria corresponde a la segunda área con mayor riesgo para la ocurrencia de estos accidentes.
 
Esta y otra evidencia hacen urgente profundizar la colaboración entre los diversos actores vinculados al tema y también entre los diferentes países de la región, tanto para contar con información robusta para la toma de decisiones, como para implementación de acciones y medidas concretas.
La importancia del Corredor Azul del Pacífico y de tomar medidas para reducir riesgos en las rutas migratorias de ballenas fueron parte de los temas regionales presentados en UNOC3.
© WWF
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