El puye de Raúl Marín Balmaceda: un ejemplo de conservación, gobernanza y desarrollo local en el sur de Chile
Posted on mayo, 15 2025
El pequeño tamaño del puye (Galaxias maculatus), que rara vez supera los 10 centímetros, no logra reflejar su gran importancia ecológica, como pieza clave en la red trófica al servir de alimento a aves, peces mayores y mamíferos. Tampoco alcanza para graficar la importancia que tiene para algunas comunidades rurales, ni para representar el tremendo entusiasmo, las esperanzas e incluso el cariño que existe por esta especie icónica en la remota localidad de Puerto Raúl Marín Balmaceda, en el norte de la Región de Aysén.El puye es un pez nativo que habita en aguas dulces y salobres, distribuyéndose en Chile desde la Región de Coquimbo al sur. Su cuerpo es alargado, transparente durante las primeras etapas de su vida y moteado en la adultez. Como recurso, es muy apreciado en el ámbito gastronómico, por lo que su recolección impulsa economías familiares y refuerza identidades territoriales.
Es así como este pez se ha transformado en el símbolo de una exitosa experiencia de conservación y desarrollo sostenible en Raúl Marín Balmaceda, constituyendo hoy una pesquería formalizada, reconocida legalmente y gestionada por la propia comunidad en el marco del Área de Conservación de Múltiples Usos (ACMU) Pitipalena-Añihué.
“Para para nosotros tiene una importancia alta, es una pesquería que ya tiene una data de más de 30 años, donde llega la primavera y llega la pesquería del puye, que es una inyección económica importante para nuestro pueblo. En la mejora de la calidad de vida de todos los habitantes acá es significativo”, señala Kurt Klein, dirigente del Sindicato de Pescadores de Raúl Marín Balmaceda.
“El puye es una especie de conservación de nuestra área protegida de la cual nos sentimos sumamente orgullosos y que obviamente debe tener un valor agregado a eso, es un producto gourmet de Puerto Raúl Marín Balmaceda que cada vez se está haciendo más conocido tanto regionalmente como a nivel nacional. Además, tiene un gran valor cultural, porque la pesquería del puye ha ido pasando de generación en generación, donde por eso logramos la pesquería de pequeña escala, por las buenas prácticas y el buen manejo de como se ha pescado”, agrega.
Elizabeth Ovalle, pescadora artesanal y recolectora de orilla, subraya la relevancia económica del recurso para la comunidad, que trabaja en torno a clanes familiares donde suelen participar varios integrantes del hogar, desde agosto o septiembre hasta noviembre y, en ocasiones, diciembre. “Es la única temporada en que podemos hacer más dinero para la familia, para guardar para el invierno porque acá el invierno se pone muy malo, no hay pega, entonces juntamos la plata para todo eso e ir comprando las cosas que faltan en las casas. Es la única manera en que uno puede hacer recursos para poder tener sus cosas y yo con eso he podido salir adelante, estoy haciendo mi emprendimiento que es un restaurant, trabajo con hospedaje y todo eso me lo ha dado el puye”, dice.
Conservación, gobernanza local y conservación
Clasificado como objeto de conservación desde 2014 dentro del plan de manejo del ACMU, su pesca artesanal representa una fuente clave de sustento e identidad para los habitantes de la zona. En 2023, y tras años de gestiones lideradas por la comunidad local, con el apoyo de diversas entidades, entre ellas WWF Chile, esta actividad fue formalizada por primera vez en el país como pesquería en pequeña escala para pescadores de orilla, es decir, realizada sin embarcaciones. Esto marcó un hito en la historia de la pesca artesanal chilena.
El proceso que llevó a esta formalización fue largo y colaborativo, sumándose a los esfuerzos locales instituciones como el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), GEF y FAO. Asimismo, se estableció una Mesa del Puye, liderada por la comunidad local, con el objetivo de ser una instancia de ordenamiento pesquero que permita generar el diseño de un Plan de Manejo y/o Conservación de las poblaciones de puye al interior del ACMU, incluyendo a los servicios públicos con competencia, considerando representatividad mediante votaciones y participación activa de sus integrantes.
“Para nosotros es un logro super importante porque le estamos dando un valor a un recurso poco explotado y que ha demostrado que en esta localidad es un recurso pesquero muy importante. Dentro de los antecedentes que hemos visto con Sernapesca y con los proyectos que se han hecho se logró ver que existen alrededor de 50 personas que trabajan en la pesquería, personas que estaban un poco invisibilizadas, pero con esto hemos logrado identificarlas y a través del Área Marina le estamos dando apoyo para que ellas puedan comenzar a comercializar y que vean que a través de las Áreas Protegidas Marinas de Múltiples Usos es posible hacer actividades económicas sustentables”, señala Jesús Rodríguez, profesional del Departamento de Biodiversidad de la Seremi del Medio Ambiente de Aysén.
En cuanto a la Mesa del Puye, destaca que ésta apunta a la toma de decisiones para un uso sustentable del recurso puye. “Dentro de los logros que hemos tenido en la mesa es que la gente se ha puesto de acuerdo y se ha comprometido con una pesquería sustentable, estableciéndose acuerdos como no pescar de noche, para poder darle salida o subida al puye a través del río, así como un límite de red pequeño y no atravesarla de lado a lado. Son acuerdos que ellos mismos se han comprometido a ir cumpliendo”, comenta. Junto a medidas como la de la llamada red puyera, diseñada especialmente para capturar esta especie sin dañar otras, se cuenta además el establecimiento de una veda basada en un indicador biológico local: una mancha roja en el vientre del puye, señal de madurez sexual y momento clave para suspender su captura y permitir la reproducción.
Actualmente, WWF Chile, con el apoyo de Future of Fish y la articulación con la Mesa del Puye, impulsa acciones que siguen avanzando en integrar la conservación con el desarrollo económico de la localidad. En concreto, se ha apuntado a fortalecer las capacidades productivas y comerciales de los recolectores, promoviendo también la formalidad en las transacciones, la inscripción en registros oficiales (71 personas actualmente) y la incorporación de bitácoras para un monitoreo detallado de cada jornada de pesca.
“Para nosotros como WWF Chile es súper importante poder participar y apoyar instancias de gestión local en torno a la pesquería del puye, porque sabemos que este es un recurso clave para la comunidad de Puerto Raúl Marín Balmaceda y también para el Área Marina Protegida, ya que es uno de los objetos de conservación de la misma. En este sentido, lo que ocurre aquí en torno a este pez, con la formalización de la pesquería y el desarrollo de una gobernanza local en la Mesa del Puye, es un ejemplo de cómo la conservación de la naturaleza también puede traer beneficios directos para las personas a nivel local, algo que buscamos potenciar como un sello diferenciador gracias a la sustentabilidad y la participación local”, señala Bastián Garrido, encargado de Ecología Marina y Conservación Comunitaria de WWF Chile.
Según explica Diego Undurraga, director ejecutivo de Future of Fish, el trabajo que desarrollan en la localidad es realizar un diagnóstico de madurez organizacional para la comercialización, con el objeto de, eventualmente, diseñar junto a la comunidad un plan de trabajo que permita robustecer la comercialización responsable del puye. “Se trata de un recurso que tiene un potencial gigante que viene también de un área espectacular, que tiene también estas medidas de protección que la hacen súper especial, una pesquería que está ya regularizada, o sea, tiene una narrativa muy linda detrás, hay una institucionalidad y una gobernanza que está definida para la gestión de este puye, de pesca artesanal, de bajo impacto, de acuerdos de la misma comunidad”, señala.
En este contexto, el desafío es fortalecer diversos aspectos comerciales bajo el paraguas de la sustentabilidad, considerando también el acceso a mercados que valoren las buenas prácticas, el trabajo colaborativo e interinstitucional, su procedencia comunitaria y su manejo responsable.
Así, la gestión comunitaria del puye en el ACMU Pitipalena-Añihué se consolida como un modelo replicable para otras zonas del país, subrayando el valor de los territorios costeros protegidos y el rol clave que cumplen las comunidades locales en la conservación de la biodiversidad marina chilena.