Ríos saludables para ecosistemas y comunidades resilientes al cambio climático
Posted on marzo, 12 2021
Extendidas sequías, graves inundaciones y una creciente escasez de agua se han convertido en fenómenos recurrentes en diversos rincones del mundo, producto principalmente de la actual crisis climática.Frente a ellos, mantener ríos saludables aparece como una herramienta muy efectiva para la adaptación al cambio climático, así como también para la vida de ecosistemas y comunidades más resilientes. Sin duda, se trata de un punto a destacar este 14 de marzo, cuando celebramos el Día Internacional de Acción por los Ríos.
Luces sobre la importancia de estos cuerpos de agua la arrojan diversas publicaciones, como el informe Cambio Climático y Agua: Por qué valorar los ríos es fundamental para la adaptación, publicado por WWF en conjunto con Anheuser-Busch InBev (AB InBev). El reporte alerta respecto al agravamiento de las crisis hídricas a nivel global a causa de las alteraciones climáticas, que al afectar los flujos fluviales terminan impactando negativamente el acceso al agua, la producción de alimentos y las pesquerías de agua dulce, además de la generación de energía y las actividades económicas. Esto podría tener como resultado migraciones masivas.
En términos de biodiversidad, se proyecta que el cambio climático incrementará también la presión sobre las poblaciones de especies de agua dulce, que ya se han visto impactadas en un 83% en promedio desde 1970.
En cuanto a la disponibilidad hídrica, el informe indica que el cambio climático afectará los ecosistemas de agua dulce al cambiar la cantidad, la calidad y el tiempo de los suministros de agua, incluidas las variaciones en los patrones de lluvia y el derretimiento del manto de nieve.
Junto con alteraciones en las estaciones y las temperaturas, estos cambios tendrán un gran impacto en la seguridad alimentaria, ya que los ríos actualmente irrigan 190 millones de hectáreas, lo que representa aproximadamente una cuarta parte de la producción mundial de alimentos. Los ecosistemas saludables de agua dulce también son cruciales para la supervivencia de las pesquerías de agua dulce, que proporcionan proteínas vitales para cientos de millones de personas en situación vulnerable.
Una vía de solución recomendada es alcanzar un compromiso colectivo para una mejor gestión de nuestros recursos de agua dulce, así como la promoción de las llamadas soluciones basadas en la naturaleza por parte de los líderes políticos, así como inversión en capacidad para apoyar la adaptación e implementación de políticas que aseguren el flujo suficiente de ríos para las personas y la naturaleza. Mientras tanto, el sector privado debe tomar medidas colectivas para mitigar el cambio climático y los riesgos relacionados con el agua.
Ríos que fluyen libres
Un equipo de 34 investigadores internacionales de la Universidad McGill, junto a WWF y otras instituciones, evaluaron el estado de conectividad de 12 millones de kilómetros de ríos alrededor del planeta. Su conclusión, publicada en la revista científica Nature, fue que solo un tercio (37%) de los 246 ríos más largos del mundo siguen fluyendo libres. Así, se envidenció que represas y embalses están reduciendo drásticamente los diversos beneficios que los ríos saludables brindan a las personas y a la naturaleza en todo el planeta.
En específico, se considera como río que fluye libremente aquel cuyo caudal y conectividad no han sido alterados por la actividad humana, o cuando la actividad o la alteración es mínima. El agua, cieno (lodo blando que forma depósitos en los ríos) y otros elementos naturales pueden desplazarse sin obstáculos. Los animales, tales como delfines de río y peces migratorios, pueden nadar río arriba y río abajo sin obstáculos. Además, el río puede ensancharse y contraerse de forma natural, fluir a un volumen y velocidad orgánicos y reponer las fuentes de agua subterránea.
Los ríos que fluyen libremente son vitales para una gran cantidad de animales y ayudan a la supervivencia tanto de las personas como de la naturaleza en todo el mundo. Mantenerlos libre y saludables contribuye a la conservación de poblaciones de peces de agua dulce que mejoran la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas. Además, acarrean sedimentos que mantienen las deltas por encima del creciente aumento del nivel del mar, mitigan el impacto de las inundaciones y sequías extremas, evitan la pérdida de la infraestructura y de los campos agrícolas a causa de la erosión, y mantienen una gran biodiversidad. La interrupción de la conectividad de los ríos a menudo disminuye o incluso elimina estos servicios ecosistémicos fundamentales.
En estos días en que se acerca la Hora del Planeta, te invitamos a alzar la voz por la naturaleza y apoyar el cuidado de los ríos en tu ciudad o a nivel nacional.