Posted on enero, 31 2019

La “Belleza negra” se adentra en el mar, su jinete Patricio Rivas, pescador artesanal y buzo mariscador, le enseñó a trabajar a ola rompiente “arando el mar”. Es así como esta yegua y su amo conforman un gran equipo para practicar la “pesca a caballo”, en la localidad de Tranaquepe, perteneciente a la comuna de Tirúa, en la región del Biobío.

Cuenta la historia que esta tradición nace de la curiosidad que tenían los araucanos por los caballos que trajeron consigo los españoles. Es así como descubrieron que podían domarlos y enseñarles con dedicación a arar la tierra y también el mar.

Patricio Rivas es uno de los pocos referentes que van quedando de esta actividad, que se encuentra en vías de desaparecer. “A mí me enseñó un amigo muy querido que hoy ya no está con nosotros, me traspasó esta tradición y yo no quiero perderla”, dice.

La “pesca a caballo” consiste en ingresar cerca de 50 metros mar adentro montando un caballo, el cual lleva una red. En tanto que otro caballo y su jinete quedan en la playa donde se sostiene la otra parte de la red. Ambos forman algo similar a una alargada red de tenis.

El caballo que se encuentra en el mar comienza a trasladarse horizontalmente al igual que el caballo que está en la playa. De esta forma van pescando a su paso algunos róbalos y corvinas. Otras dos personas esperan en la playa para dar vuelta los calones (palo redondo que sirve para extender las redes) y echar las redes hacia dentro.

Patricio sostiene que le gustaría que la actividad no se perdiera y que ojalá su hijo pudiera realizarla cuando él ya no esté, sin embargo también declara que es una actividad riesgosa y de mucho esfuerzo. “A veces pescamos 2 o 3 róbalos y otras veces con mucha suerte, varios sacos” dice Patricio, abriendo las manos en señal de abundancia.

Eso da cuenta de lo inestable del trabajo y de las dificultades económicas que significa mantener la tradición, lo que muchas veces le obliga a migrar a otras zonas del país para desempeñarse como pescador o buzo mariscador, y así poder llevar sustento a su familia.

Para la coordinadora del Programa Pesquerías Sustentables de WWF Chile, Valesca Montes, la “pesca a caballo” es una actividad que destaca por su riqueza cultural, además de ser una práctica de pesca  de subsistencia, alineada con el consumo sustentable/responsable de los recursos pesqueros de la provincia de Arauco.

"Cuando hablamos de pesca de subsistencia, nos encontramos con una serie de actividades realizadas principalmente por comunidades indígenas que viven en la costa de Chile, la sustentabilidad para ellos es algo natural, pescan para alimentarse, hacen trueque y cuando es posible venden sus productos a los turistas que llegan a la zona", cuenta la profesional de WWF Chile, Valesca Montes.

Para la coordinadora "para WWF Chile es un desafío poder trabajar en esta zona, ya que la idea es generar una integración de los territorios, donde todas las actividades extractivas puedan realizarse en armonía, teniendo como base la sustentabilidad de nuestros recursos marinos".